La reunión de primavera 2017 del Gran Magisterio
Los miembros del Gran Magisterio se reunieron los pasados días 3 y 4 de mayo en Roma, en torno al cardenal Edwin O’Brien, Gran Maestre, en presencia del Administrador Apostólico del Patriarcado latino de Jerusalén, Mons. Pierbatistta Pizzaballa.
Esta sesión de oración y trabajo fue la ocasión para el Gran Maestre de agradecer con entusiasmo al Gobernador General Agostino Borromeo, cuyo mandato llegará a su término a finales de junio, y acoger oficialmente a su sucesor, el embajador Leonardo Visconti di Modrone, miembro del Gran Magisterio, que tomará sus funciones el día 29 de junio. Los participantes, emocionados por el anuncio, se pusieron en pie para ovacionar al Profesor Borromeo, después de que el Cardenal alabara sus calidades de integridad y fe, pidiéndole que siga aportando al Gran Magisterio su experiencia, sobre todo en vistas a la próxima asamblea quinquenal mundial de los responsables de la Orden, la «Consulta».
Los trabajos de esta reunión de primavera empezaron con una presentación del balance del año transcurrido, haciendo aparecer un resultado excepcional de 16,3 millones de euros, manifestando una generosidad única de los miembros de la Orden dentro de la historia de la institución, después de tres años de un aumento permanente de los donativos enviados por las Lugartenencias en favor de Tierra Santa.
El entusiasmo y dinamismo de los Caballeros y Damas en el mundo entero se encuentra sin dudas intensificado debido a una parte de la actividad pastoral del Gran Maestre, siempre presente a las invitaciones de las Lugartenencias, y también a causa de las necesidades urgentes de la diócesis de Jerusalén, expresadas por la voz de Mons. Pizzaballa.
Éste presentó un informe sobre la situación en los territorios del Patriarcado, que van desde Jordania a Chipre pasando por Palestina e Israel, subrayando la importancia del acercamiento ecuménico vivido durante la inauguración del edículo renovado por el Santo Sepulcro. La segunda parte de estas obras de renovación permitirá fortalecer aún más esos vínculos, en particular, entre las Iglesias cristianas, católicas y ortodoxas. El Administrador Apostólico, abordando otros temas de actualidad, se felicitó por la proximidad de un acuerdo bilateral que permitirá a Israel y a la Santa Sede consolidar sus relaciones, especialmente en lo que concierne el respeto del statu quo a los lugares santos cristianos. Además confió su preocupación prioritaria en lo que concierne la identidad cristiana de Jerusalén. En la Ciudad santa los cristianos no son más que una decena de millar, entre los que apenas se encuentran 5000 católicos fieles. Tratándose más específicamente del funcionamiento del Patriarcado, el Administrador Apostólico debe tomar decisiones a finales de junio, teniendo como base sus numerosos intercambios con los sacerdotes, y los próximos resultados de una auditoría llevada por una sociedad de consejo.
El Padre Imad Twal, responsable de los servicios administrativos y contables del Patriarcado, expuso después el presupuesto de la diócesis patriarcal, insistiendo en los gastos a favor de los refugiados para los cuales la Iglesia católica crea puestos de trabajo, por ejemplo en la fabricación de rosarios hechos a mano y vendidos a los peregrinos (la ayuda a los refugiados a través de las parroquias representa la cantidad de 550.000 dólares). Vuelve a salir globalmente que el año 2016 ha sido marcado por un excedente para las instituciones y el seminario, permitiendo compensar en parte el gran déficit de conjunto, evaluado en cinco millones de dólares, sin contar la deuda de la universidad de Madaba. Un plan quinquenal, guiado por una comisión nombrada por Mons. Pizzaballa, debería pronto favorecer el seguimiento de la gestión de las escuelas, obra esencial y estratégica de la Iglesia en Tierra Santa que todavía sufre una falta de coordinación.
El Presidente de la Comisión Tierra Santa, Thomás McKiernan, intervino para fijar los proyectos para 2017 del Gran Magisterio, constituidos en lo sucesivo como cada año por el apoyo económico para los salarios de los profesores (más de 500.000 dólares), para la obra de la iglesia de Jubeiha (cerca de un millón de dólares) y para el de la escuela de Naour (cerca de 200.000 dólares).
Las cuentas del Gran Magisterio también estaban sobre la mesa. El Ingeniero Pier Carlo Visconti y el Profesor Pierre Blanchard, se alegraron del resultado de 2016, que se eleva a más de 17 millones, contando con los intereses bancarios y los alquileres (cuatro millones más que el año precedente), mientras que los gastos están bajando, representando un 7,64% del presupuesto, lo que permite ayudar cada vez más eficazmente a Tierra Santa confrontada de frente con los efectos de la crisis en el Oriente Medio.
El Canciller Alfredo Bastianelli tomó a su vez la palabra, mostrando una estabilidad en las estadísticas de la Orden vistas las cifras actualmente disponibles, con cerca de 15.000 Caballeros, 9.000 Damas y 4.000 eclesiásticos, repartidos en los cinco continentes, la mitad en América.
Por otro lado expresó su voluntad de poner en ejecución una carta gráfica, a nivel internacional, con el fin de unificar la imagen universal de la Orden. Las actividades de comunicación, sobre las que tiene que velar, se desarrollan gracias a la nueva página internet en cinco lenguas, así como por medio de la revista anual y por medio del boletín informativo trimestral (Newsletter), ambas publicaciones recientemente tituladas La Cruz de Jerusalén. Un librito espiritual realizado por el Servicio Comunicación del Gran Magisterio podrá ayudar este año a los miembros de la Orden que quieran vivir una hora de adoración a lo largo de la Vía Dolorosa, por las intenciones del Patriarcado y la paz en Tierra Santa.
La sesión se acabó con noticias generales, llegadas de Australia, Brasil y de los países escandinavos, y con un debate sobre el tema de la próxima Consulta, asamblea de los responsables de la Orden que va a tener lugar en Roma en abril de 2018.
F.V.
(15 de mayo 2017)