Fiestas de la Orden
Desde hace tiempo, la Iglesia católica insiste en la importancia de las celebraciones que ritman el año litúrgico. A diferencia de otras tradiciones religiosas, el calendario católico propone desde la Edad Media, una solemnidad, fiesta o santo que se conmemora cada día.
La alegría de revivir la solemnidad, para acontecimientos como Navidad o Pascua, o de ponerse en oración, inspirados por el ejemplo de los que vivieron la llamada a la santidad antes de nosotros, es, efectivamente, un apoyo importante para el pueblo de Dios en la tierra, sabiendo que los que ya están en el Cielo interceden por nosotros.
En la Iglesia vemos trabajar numerosos carismas, como se recuerda en la Constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen gentium: “El Espíritu guía la Iglesia a toda la verdad (cf. Jn 16, 13), la unifica en comunión y ministerio, la provee y gobierna con diversos dones jerárquicos y carismáticos y la embellece con sus frutos (cf. Ef 4,11-12; 1 Co 12,4; Ga 5,22)” (Lumen gentium, 4a). Y es normal que diferentes realidades sean asociadas con fiestas particulares y con la memoria de ciertos santos.
La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro celebra con alegría particular las siguientes fiestas:
● La fiesta de la bienaventurada Virgen María, Reina de Palestina (25 de octubre)
● La fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre)
● La memoria de san Pío X (21 de agosto)
● La memoria de santa Elena (18 de agosto)