El seminarista Jiries Khalil comparte su camino espiritual
«Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones». (Libro de Jeremías 1-5)
Me llamo Jiries Majed Abu Khalil. Tengo 21 años y nací el 17 de mayo de 2001. Soy originario de Jifna, un pequeño pueblo cerca de Ramala, en Cisjordania, pero mi familia se trasladó a Jerusalén hace ocho años.
Mi llamada a entrar en el seminario se hizo más fuerte después de recibir el sacramento de la Confirmación el 17 de mayo de 2013. Al final de la misa, el obispo me ofreció entrar en el seminario si lo deseaba. Lo pensé mucho ya que sabía que no sería una decisión fácil de tomar. Finalmente tomé la decisión de probar esta vida ingresando en el seminario menor para poder aprender más sobre Jesús, sobre la vocación y sobre el Patriarcado al que pertenezco.
Ingresé al seminario menor en 2014. Al terminar mis estudios, me quedé aquí y entré en el año propedéutico para saber si mi vocación era servir a Dios como sacerdote o servirle como simple creyente.
Después de este año propedéutico y de dos años de filosofía, estaba seguro de mi vocación y tomé la decisión de hacerme sacerdote. Para mí, la voz del obispo en aquel momento era la voz del Espíritu Santo que me llamaba a ser siervo de Dios. Como dice el versículo citado anteriormente (Jeremías 1-5), siento que mi misión en la vida ya estaba decidida desde el día de mi concepción en el vientre de mi madre. El día en que recibí el sacramento de la Confirmación y sentí mi vocación por primera vez fue también el día en que cumplí 12 años.
Por eso siento que fui llamado a ser siervo de Dios el día de mi nacimiento, el 17 de mayo. Finalmente, espero llegar a ser un buen sacerdote, y un buen pastor. Así que os pido que recéis por mí durante este tiempo de camino para llegar a ser lo que Dios quiere que sea. Muchas gracias.
(Abril de 2023)