Comprender y amar mejor a la Iglesia que está en Irak

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La_Chiesa_in_Iraq_New3 La Iglesia en Irak, del cardenal Fernando Filoni (BAC, collection ESTUDIOS Y ENSAYOS octubre 2016).

Dado que este mes de marzo está marcado por el viaje del Papa Francisco a Irak, el Gran Maestre de la Orden ha querido centrar la atención de los miembros en este territorio bíblico que ha acogido el Evangelio desde la época apostólica. Ex nuncio apostólico en Irak, autor de un libro sobre la Iglesia en la tierra de Abraham[1], el cardenal Filoni -que forma parte de la delegación pontificia durante este viaje- nos ofrece aquí algunas reflexiones esenciales para ayudarnos a comprender el evento y sus secuelas de manera más profunda, en comunión con los cristianos de Oriente Medio.

 

Conocer la historia de los cristianos de Oriente Próximo y, en particular, de Mesopotamia -el actual Irak- no es una ociosa extravagancia cultural, sino un acercamiento que permite comprender las motivaciones y los dramáticos acontecimientos de esta región y apreciar la vida, la cultura, el testimonio de fe y las razones del apego de los cristianos a su tierra, pero también el odio de sus enemigos. Al mismo tiempo, se comprende la nobleza de alma de este pueblo impregnado de dos realidades fundamentales: el hecho de ser una minoría, que engendra un fuerte apego a sus valores, a su origen y a su cultura, y el de ser herederos de mártires y confesores de la fe, portadores de aquellos valores inherentes a la fe de los padres y que otros no pueden reivindicar de la misma manera.

Quienes han vivido entre ellos o los conocen a través de la lectura no pueden dejar de amarlos. Porque el conocimiento crea vínculos y hace que los individuos sean capaces de compartir e implicarse.

La Historia es la victoria contra la ignorancia, el oscurantismo, y la intolerancia; es el respeto, es el incentivo para no repetir los errores.

Muestra que estas comunidades han sobrevivido a siglos de presiones de impuestos y cargas, de inducciones y prohibiciones matrimoniales, de discriminación y odio, de intolerancia y envidia y, finalmente, de persecución. Los cristianos han sobrevivido a todo esto con una increíble capacidad de resistencia, de adaptación práctica y cultural, sin ceder en su fe.

La comunidad cristiana, como comunidad de la época apostólica, lleva en sí la experiencia de veintiún siglos de amor a Cristo y a la Iglesia, y aceptaría ser arrancada, antes que ceder al vencedor del momento. Es una Iglesia heroica, como acostumbran a llamarla Benedicto XVI y el papa Francisco. Sin ella, e incluso sin ellas -pensando en todas las Iglesias de Oriente Medio que también llevan la misma impronta- esta región no sería la misma. Sin embargo, no puedo dejar de pensar también en todas las demás minorías étnicas y religiosas, a menudo perseguidas y que sufren en esta tierra. Aquí hay un mosaico de nacionalidades, religiones y confesiones, sin el cual la convivencia se destruiría para siempre, y así lo reconocen también eminentes autoridades musulmanas y ciudadanos de a pie, como me han dicho varias veces. Y esto es positivo. Pero hay que añadir que es necesario facilitar el mantenimiento y la vida de las minorías.

Cuando el diez de agosto de 2014 el papa Francisco me envió como su representante personal a Irak para encontrar, hablar, ver, alabar, rezar y mostrarse solidario con el indecible sufrimiento de las víctimas del fanatismo del Estado Islámico, fue una experiencia grave y llena de emoción.

Hoy, a pesar de la inseguridad y la pandemia que también afecta a Irak, el Papa ha decidido ir allí. Como dijo el patriarca caldeo, el cardenal Louis Sako, el Papa no va a Irak para resolver los numerosos problemas, sino para dar fuerza y razón a la esperanza, al diálogo entre cristianos y musulmanes y, al mismo tiempo, también para alentar los esfuerzos de la compleja realidad política, atormentada por el tribalismo y los intereses locales e internacionales. Estoy seguro de que una gran parte del pueblo iraquí ve el día de hoy como un gesto de paz y solidaridad.

 

 

Fernando Cardenal Filoni

 

(Marzo 2021)

 

 

 

[1] La Iglesia en Irak, del cardenal Fernando Filoni (BAC, collection ESTUDIOS Y ENSAYOS octubre 2016).