Damas de la Orden dan su testimonio

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Anais Salamanca

«He sido elegida»

Anaïs Salamanca (Lugartenencia para Mónaco)

«Durante la crisis del Covid 19, pude seguir varias misas dedicadas a los Caballeros y Damas por “Zoom”. Me encantó poder compartir esos momentos desde mi casa en presencia de mi hija y de mi marido. Una tarde recibí una llamada que me sorprendió y que para mí fue una señal. Alguien había soñado conmigo y en ese sueño recibía la investidura en la Orden… A través de varios intercambios con una persona excepcional de la Orden del Santo Sepulcro y de varios encuentros con Caballeros y Damas del Santo Sepulcro, me di cuenta del alcance y la importancia de esta misión. Llegar a esta investidura fue un honor; me encantó que me eligieran entre tantos otros. Aún hoy, no estoy muy segura de ser digna de recibir este título, pero lo que está claro es que me he dado cuenta de que es una señal que no viene de mí: ¡he sido elegida! Y esta elección ha tenido lugar por una razón precisa, para poder cumplir, acompañar, ayudar y estar disponible para los demás. Aplicaré toda mi sinceridad, todo mi amor y toda la disponibilidad que sea necesaria para este nuevo compromiso. Estoy tan emocionada de ver a mi hija de siete años mirándome con ojos maravillados por este Damas de la Orden dan su testimonio acontecimiento. Está muy orgullosa y nos permite compartir juntas auténticos valores. En efecto, los valores de la Iglesia son muy importantes para nosotros. Esto reforzará en casa nuestras relaciones de confianza estando más tranquilas y atentas. Doy gracias al Señor por haberme dado esta oportunidad y haré todo lo posible por transmitir los verdaderos valores de la vida cristiana al mayor número posible de personas en mi camino de vida».

Colombe de Boccard

«Deseo ayudar a mi prójimo y contribuir en la paz de Tierra Santa»

Colombe de Boccard (Lugartenencia para Suiza)

«El 5 de junio de 2021, tuve el gran honor de ser investida en la Orden del Santo Sepulcro. Esa celebración, tan bella como solemne, me emocionó mucho. En ella se concretaba mi deseo de servir a la Iglesia, al Santo Padre, de apoyar a los cristianos de Oriente y de cultivar mi fe. Al estar embarazada de nuestro segundo hijo en el momento de la investidura, este compromiso adquirió un significado especial para mí. El amable apoyo y la atención de mi amiga, Donata Krethlow-Benziger, y de mi padrino, Jean-Pierre de Glutz-Ruchti, durante estas gestiones, han sido un gran apoyo. Les estoy muy agradecida. Mi marido es Caballero de la Orden de Malta. Así, a través de nuestra participación en estas dos Órdenes de la misma familia cristiana, queremos dar una dimensión espiritual y caritativa a nuestras vidas. También para transmitir estos valores a nuestros hijos. Me parece que los valores seculares cultivados por la Orden del Santo Sepulcro: la prudencia, la justicia, el valor y la templanza son más pertinentes que nunca. Son los fundamentos de la moral cristiana y deben mantenerse en el siglo XXI. Con este compromiso deseo ayudar a mis semejantes y contribuir, a mi modesta manera, a la paz en Tierra Santa».

Vergara

«Queremos ser de esas personas con las que la Orden pueda contar»

Victoria Vergara y Martínez (Lugartenencia para España oriental)

«Hace unas semanas viví uno de los momentos más intensos y emocionantes de mi vida cristiana. ¡Mi cruzamiento en la catedral de Barcelona! La emoción ya se venía forjando en mi corazón desde la solicitud de ingreso y creció en los días de formación previa que tuvimos. Como neófita, y única Dama de esta investidura, tuve el honor de hacer un pequeño discurso, representando a mis compañeros, ante mis ya hermanos de hábito. Y esto es lo que, a grandes rasgos, dije: El primer sentimiento que nos evocaba a todos la entrada en la Orden es el de agradecimiento de poder formar parte de esta gran familia y ayudar a los hermanos de Tierra Santa. Hemos sido muy pocos en cantidad, pero somos grandes por nuestras ganas de ser útiles. Por las circunstancias que nos ha tocado vivir, éste ha sido un cruzamiento esperado, y eso nos ha hecho aumentar, aún más si cabe, nuestras ganas de comprometernos. Nos ha dado tiempo a reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos en ese compromiso. Queremos ser esas personas con las que la Orden puede contar, activas e implicadas. Con iniciativas que hagan que nuestra ayuda a Tierra Santa sea mayor cada día (…)».

 

 

(Marzo de 2022)