La dimensión familiar de la vida de un sacerdote en la Orden

Testimonio del P. Vincent Comte, Prior de la comandancia de Languedoc Saint-Roch y Prior de la Provincia de Montpellier Saint-Gilles de la Lugartenencia de la Orden para Francia

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Vincent Compte

 

S oy prior regional en la Orden del Santo Sepulcro, por lo que también soy prior de una de las comandancias. Y es allí, en particular, donde vivo algo que realmente tiene una dimensión familiar.

Uno de los caballeros y su esposa me reciben con regularidad y frecuencia como comensal. Son momentos privilegiados de intercambio e incluso diría de comunión espiritual. Esto también significa, posiblemente, andar en bicicleta juntos mientras rezamos el rosario por la Orden, o rezar el rosario mientras pedaleamos juntos. El resultado es el mismo, ¡a veces para asombro de los que nos oyen en el carril para bicicletas! El apoyo de otras familias de la Orden también es muy valioso para mí. Es una verdadera amistad y fraternidad.

Por supuesto, las reuniones periódicas con la misa que presido cuando puedo, los temas de estudio, las conversaciones en profundidad y las comidas, contribuyen a esta dimensión familiar.

Los sacerdotes, sobre todo quizá los sacerdotes que no viven en comunidad, necesitan esa vida de relaciones y quizá puedan aportar algo a ella.

¿Qué podemos decir entonces de lo que se puede sentir en una peregrinación? Yo lo he vivido y lo sigo viviendo. Es un tiempo privilegiado e incluso, no nos asuste el término, un tiempo de comunión. Estoy seguro de que todos mis lectores estarán de acuerdo con esto y aquí estoy abriendo una puerta. Simplemente quería insistir en el hecho de que también es importante que el sacerdote acompañe y sea acompañado de forma fraterna.

La dimensión familiar de la vida de un sacerdote en la Orden, de mi vida como sacerdote en la Orden, se manifiesta también entre sacerdotes. Es una relación esencialmente fraterna, que puede tener matices filiales y paternos. Tenemos la oportunidad de vivirla en los distintos momentos en que nos encontramos, por fugaces que sean.

Sí, vivimos verdaderamente en la Orden esta palabra de Jesús: «El que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana, mi madre» (Mt 12,50).

 

(Abril de 2023)