Investigación sobre las reprodcciones del Edículo del Santo Sepulcro en Occidente

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Réplica del Edículo del Santo Sepulcro

Las réplicas del Edículo del Santo Sepulcro difieren según las épocas de construcción, los lugares y la inspiración de los peregrinos. Esos monumentos de devoción, destinados sobre todo a la oración litúrgica, han tenido una función importante para reforzar la fe, permitiendo a los fieles en peregrinación volver su mirada interior hacia Jerusalén.


«Copiar el Edículo del Santo Sepulcro, cuando se fusionan prácticas religiosas y arquitectura». Este fue el tema de una conferencia pronunciada en la Escuela bíblica y arqueológica de Jerusalén por Charles-Edouard Guilbert-Roed hace unos meses.

Es doctorando en historia de la arqueología. El orador ha clasificado las réplicas del «Edículo», según el término que designa lo que los griegos ortodoxos construyeron a principios del siglo XIX sobre la tumba de Cristo, en el interior de la basílica del Santo Sepulcro. Edificada por orden de santa Elena, después del edicto de Milán que liberalizaba el culto cristiano en todo el imperio romano.

«Descubrí una copia del Edículo del Santo Sepulcro cuando era muy pequeño en Nuestra Señora del Roble en Vion, en la Sarthe (Francia), ya que era la región en la que pasé parte de mi infancia. Pero han sido bastantes años después cuando he descubierto la riqueza de ese lugar», narra este conferenciante en una entrevista otorgada al Servicio de Comunicación del Patriarcado latino de Jerusalén. Nuestra Señora del Roble, que ha marcado al joven investigador, es un santuario mariano que se construyó después de las apariciones de la Virgen en el siglo XV. El obispo de Mans decidió edificar allí en 1896 una reproducción muy fiel del Edículo del Santo Sepulcro, gracias a las ofrendas de los feligreses. Siendo estudiante en la Sorbona en historia del arte y arquitectura, Charles- Edouard Guilbert-Roed se interesaba por el patrimonio, particularmente el religioso.

«Comprometido con los jóvenes de la Orden del Santo Sepulcro, me pidieron que organizara retiros espirituales. Me pareció normal organizar estos eventos cerca de esa tumba de Nuestra Señora del Roble que conocía tan bien. Luego, después de tres meses de trabajo con la Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén en 2014, decidí empezar una investigación sobre esas copias después de haber comprendido mejor la tumba como se encuentra en Jerusalén », nos explica él.

Actualmente hace un doctorado de historia de la arquitectura y ha decidido estudiar en paralelo la existencia de otras copias en el mundo, identificando más de un centenar. Se frecuentan esos edificios sobre todo en Semana Santa, desde el Viernes Santo hasta el Domingo de Resurrección, reavivando en el corazón de los peregrinos la exclamación: «Domine ivimus», «¡Señor, iremos!», característica del fervor de los cristianos de todos los tiempos deseosos de ir a Jerusalén.

El Edículo ha conocido cuatro formas en 1700 años, una primera bizantina, a partir del año 324, una segunda romanica a partir del año 1012, una tercera a partir del 1555 y finalmente el Edículo de estilo barroco otomano que conocemos a partir de 1810. Hoy las tres primeras formas han desaparecido físicamente, pero gracias a las copias podemos encontrarlas en tamaño real, por ejemplo en Italia encontramos el estilo bizantino, en la región autónoma de Friul Venecia Julia, en Aquilea, o en Alemania, en Görlitz, el edificio romanico. «Así, esas copias son una verdadera riqueza para conocer la recepción de la tumba de Cristo y su comprensión», escribe ese joven apasionado.

Las reproducciones de la cámara sepulcral de Jesús han conocido evoluciones y su estilo también ha evolucionado en función del lugar de construcción. Su punto en común es la reproducción sistemática de la serie de columnas que rodean el edificio.

Los franciscanos edificaron copias en los Sacro Monti de Piamonte y Lombardía, esos lugares religiosos destinados a reavivar la fe cristiana, dispersados en entornos naturales hacia los siglos XV y XVI, en alternativa de los lugares santos de Jerusalén y Palestina, cada vez de más difícil acceso para los peregrinos. Un cierto número de conventos franciscanos poseen incluso en su interior un Edículo, como por ejemplo en el convento de la Custodia de Washington que conserva también una copia de la tumba de la Virgen, del dolmen de la Dormición o de la gruta de la Natividad. Además de las comunidades religiosas, capuchinos y jesuitas sobre todo, los protagonistas de la construcción de las copias son antiguos peregrinos, obispos y particulares.

«Uno de mis mayores descubrimientos durante la constitución del corpus es que la mayoría de esas copias del Edículo fueron construidas durante la Contrarreforma en los antiguos reinos de Bohemia, Austria y en las posesiones de los Habsburgo. Hoy esas copias se sitúan en Chequia, Alemania, Austria, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia. Otras copias han sido registradas en Francia, Bélgica, Italia, Rusia, Ucrania, Canadá, Estados Unidos de América, Georgia y también en ¡Jerusalén!», constata el doctorando, que observa hoy aún nuevas realizaciones, por ejemplo en el Santuario de Nuestra Señora del Cabo, en Trois-Rivières en Canadá.


F. V.


(Abril 2019)