Mensaje de Pascua 2017 del cardenal O'Brien
Durante la Cuaresma, nuestro Santo Padre nos pidió que nos acordáramos del centro de la vida cristiana: la caridad. Dijo en concreto, en nuestra solicitud de unos hacia otros, «para estimularnos en la caridad y las buenas obras». Rezo para que esta Cuaresma haya sido una ocasión, para cada uno de nosotros, de reflexionar, especialmente como miembros de la Orden, a nuestro modo de expresar nuestra solicitud y solidaridad hacia los demás - en particular hacia nuestros hermanos y hermanas en Tierra Santa.
La reapertura del Santo Sepulcro ha sido un gran momento de encuentro entre cristianos fieles que mantienen a veces relaciones tensas. Y es la Tumba vacía la que los ha reunido en la solidaridad y la celebración.
Es esa misma Tumba vacía la que celebramos en estos días de Pascua. Es la Resurrección del Señor quien nos eleva más allá de nuestra preocupación por nosotros mismos para llevarnos a preocuparnos también por nuestros vecinos. Que las alegrías y celebraciones de esta Estación bendita nos haga a todos capaces de darnos cuenta de la gran caridad que Cristo nos ha manifestado, y así por nuestra caridad y buenas obras, podamos rendir gloria al Padre.
Edwin cardenal O'Brien
(12 de abril 2017)