El nuevo Gran Maestre recibido oficialmente en la Orden

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El nuevo Gran Maestre recibido oficialmente en la Orden

Acompañado por el Gobernador General, Leonardo Visconti di Modrone, el cardenal Fernando Filoni, nuevo Gran Maestre de la Orden, ha sido recibido oficialmente, el 16 de enero, en el Palazzo della Rovere, sede del Gran Magisterio en Roma durante una ceremonia en la que participó su predecesor, el cardenal Edwin O'Brien.

Recibido en la entrada por las más altas autoridades de la Orden, el Gran Maestre entró en la Sala del Trono saludando a los miembros presentes del Gran Magisterio. El cardenal O'Brien pronunció luego unas palabras de bienvenida, asegurando a su sucesor el apoyo leal y entusiasta de todos los Caballeros y Damas del mundo. «¡Nuestra noble Orden da gracias al Señor y al Santo Padre por habernos concedido el privilegio de tenerle como nuevo guía! Usted representa una verdadera bendición para nuestra Orden», concluyó.

Antes de dar luego su primer discurso público de nuevo Gran Maestre (leer más abajo), el cardenal Filoni recibió la investidura en la Orden de manos de su predecesor, que le entregó las insignias de Caballero de Collar. Después de esta ceremonia pudo conocer personalmente a todos los miembros del personal, antes de ir a la capilla para un momento de oración silenciosa en compañía del cardenal O'Brien.
 

Discurso del cardenal Filoni 

«Recomenzamos desde el Sepulcro vacío de Cristo»

 


«Si conocieras el don de Dios»
(Jn 4, 10)

Esta expresión está tomada del Evangelio de Juan.

Jesús se encuentra en el pueblo de Sicar, en Samaría; al lado del camino hay un pozo, el que Jacob había dado a su hijo José. El pozo hace pensar en un sepulcro en el que la vida está escondida, el agua, que hay que sacar.

Jesús que está cansado ve a una mujer sacando agua y le pide que le dé de beber.

Una escena banal en regiones en las que el agua no fluye en la superficie y que hay que sacarla de debajo de la tierra.

En el diálogo que empieza entre Jesús y la mujer de Samaría, Jesús le dice que además del agua natural hay “otra” agua que proviene de  «un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna» (Jn 4, 14). Lo mismo que también dice que hay “otro” alimento «que vosotros no conocéis» (Jn 4, 32), haciendo referencia al llevado por los discípulos que fueron a comprar al pueblo; Jesús encuentra después a los habitantes de Sicar, que le reconocen como «Salvador del mundo» (Jn 4, 42). Este es brevemente el relato del evangelista Juan.

El mencionado episodio de la vida de Jesús me permite enmarcar el sentido del servicio al que el Santo Padre me ha destinado; dar sentido a mi presencia entre ustedes, pertenecer desde hoy a la gran familia de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. Me gustaría poder decir que soy como el párroco de esta gran “Parroquia” presente en todos los continentes.

Todos tenemos necesidad de ir a las “profundidades” – término paulino – de este misterio de gracia que nos permite «comprender el amor de Cristo, que trasciende todo conocimiento» (Ef 3, 19).

Hoy empezamos un nuevo capítulo de la historia de la Orden. Una rica historia de acontecimientos y gestos que la ennoblecen.

Renuevo mi saludo agradecido al Excmo. cardenal Edwin O'Brien por el cargo que ha desempeñado hasta ahora con competencia y generosidad al frente de la Orden. ¡Gracias Eminencia!

Saludo a todos los presentes: al Asesor, Mons. Tommaso Caputo, al Gran Magisterio, a S. E. Mons. Franco Croci, Gran Prior de la Lugartenencia para la Italia Central, al Lugarteniente General de honor, Excmo. Sr. Giuseppe Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto y a todo el personal.

Deseo asegurarles mi compromiso con la Orden y mi apoyo para todos. Todos necesitamos, para caminar juntos, pedir a Cristo el don de “su” agua y de “su” alimento para que nuestro camino, y el de cada una de las Damas y Caballeros, sea fiel a la “vocación” y al “ministerio” en el que nos hemos comprometido.

Como Damas y Caballeros todos sabemos que tenemos una misión que cumplir: el “noble ideal” que exige la naturaleza misma de nuestra Institución no puede faltar, pero la nobleza, el honor al que me refiero no proviene, como dice san Gregorio de Nazianzo, obispo y doctor de la Iglesia, «de los títulos de los padres o de las actividades vinculadas a su vida, sino de ser y llamarnos cristianos» (Discurso 43, 19-21).

En verdad, el compromiso asumido proviene de este Sepulcro vacío, es decir, de la resurrección de Cristo, de la que deriva todo conocimiento profundo, tanto de la vida oculta y pública del Señor, como de sus palabras. El sepulcro vacío nos habla del Maestro vivo, a quien el Apóstol Tomás reconoce y confiesa como su «¡Señor mío y Dios mío!» (Jn 20, 28), y que la Iglesia está llamada siempre a anunciar y testimoniar a todas las naciones y en todos los tiempos.

Una Dama y un Caballero del Santo Sepulcro comienzan siempre de nuevo desde allí; de allí nace el compromiso de vida, de espiritualidad, de vida social y de participación en las necesidades de Tierra Santa. Y este siempre será nuestro punto de partida y de referencia.

Recomenzamos desde el Sepulcro vacío de Cristo, que muchos vieron; pero solo Pedro, Juan, María Magdalena, Juana, María de Santiago y otros «vieron y creyeron» (Jn 20, 8). Podríamos considerarlos como los primeros Caballeros y Damas del Santo Sepulcro. Somos los herederos de estos testigos, y precisamente por eso damos hoy testimonio y damos sentido a nuestra participación en la Orden.


***

Antes de concluir estas palabras, permítanme dirigir un saludo afectuoso a mis más cercanos colaboradores de la Congregación para la evangelización de los pueblos y de las Obras misionales pontificias aquí presentes: S. E. Mons. Protasio Rugambwa, S.E. Mons. Giovanni Pietro Dal Toso, el  P. Ryszard Szmydki, O.M.I., Mons. Ermes Viale, Jefe de la junta de administración y la hermana Raffaella Petrini, F.S.E. Queridos hermanos, os doy las gracias de corazón. Y que Dios os bendiga. Agradezco también a la Madre Shaun Vergauwen, F.S.E, co-fundadora de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía, que ha venido especialmente de los Estados Unidos para hacerme una sorpresa.

Gracias a todos


(16 de enero 2020)