Al lado de los niños de Belén

La Orden de Malta y la Orden del Santo Sepulcro unen sus fuerzas para ayudar al Hospital de la Sagrada Familia

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Holy Family Hospital

El hospital de la Sagrada Familia es la principal obra hospitalaria de la Orden de Malta. En 2017, el Gran Magisterio de la Orden del Santo Sepulcro ha ayudado a esta importante institución a favor de la población local de Belén y más allá.
 

El Hospital de la Sagrada Familia de Belén, situado a 1.500 metros del pesebre donde nació el Niño Jesús, es conocido bajo varios nombres. Se le ha llamado Faro de la paz, el Preservador de Vida, el Jefe de elecciones, el Centro de formación médica de excelencia o el Creador de milagros diarios. Las familias vienen de toda Tierra Santa para pedir cuidados para sus bebés, sus madres y abuelas.

Desde 1990 han nacido en este hospital más de 75.000 bebés. Es más que suficiente para llenar un estadio con los jóvenes que han iniciado su vida en este hospital, donde musulmanes y cristianos trabajan juntos para dar la vida, la paz y la esperanza, sin distinciones de creencias religiosas, de origen o de condición económica.

En 1989, Su Santidad Juan Pablo II confió la gestión del Hospital de la Sagrada Familia a la Orden de Malta. El Papa insistió para que la presencia católica encarnada en ese hospital fuera mantenida y extendida para proporcionar cuidados a los más necesitados y ofrecer empleos significativos a los ciudadanos de Belén. La Orden de Malta aceptó el reto y ha reorganizado el hospital especializándolo en obstetricia y pediatría, con una unidad de cuidados intensivos dedicado a los neonatos, así como un centro de cirugía ginecológica. También se han creado una residencia y un programa de enseñanza.

El lema del Hospital es lo mejor para los pobres. Gracias a generosas ayudas, sus servicios están costeados a un 50% como mínimo, en una base de un criterio variable según los ingresos de la persona. Pone sus servicios a disposición de las familias más pobres. Los trabajadores sociales del Hospital realizan cuidados pastorales a los pacientes y ayudan a determinar los otros servicios necesarios a los pobres y a las familias de los refugiados. No se rechaza ningún tipo de servicio por razones económicas.

El Hospital propone el único sistema de Unidad de cuidados intensivos de tecnología punta de la región para los neonatos. Se ocupa de los recién nacidos de menos de un kilo, pero también de aquellos que se encuentran en perfecta salud. Ofrece mucho más que excelentes cuidados. Proporciona empleos significativos a más de 170 palestinos, aportando un dinamismo económico vital para la región. También compra su material a nivel local para ayudar esa economía con dificultades.

El Hospital es colaborador con otros hospitales e institutos locales e internacionales, entre los cuales está el Bambino Gesù de Roma. Localmente el Hospital de la Sagrada Familia ofrece más de una docena de prácticas para los estudiantes de la universidad de Belén en los campos de la salud y de la administración. También está asociado a otros hospitales locales para financiar cada trimestre jornadas de formación médica continua. Esos días de formación son realizados por profesores de medicina de todo el mundo que dan las clases gratis. Más de 70 profesionales de medicina participan en estos seminarios elevando el nivel de cuidados y la excelencia en Cisjordania. El Hospital mantiene también relaciones con los hospitales de Jerusalén y Tel Aviv, donde pueden ser enviados los neonatos que requieren intervenciones quirúrgicas avanzadas.

El pasado mes de mayo una madre musulmana embarazada vino al Hospital con complicaciones posiblemente mortales. El Hospital fue capaz de hacer dar a luz a su hijo con dos meses de adelanto, salvando la vida de los dos. Durante la hospitalización del bebé en la Unidad de cuidados intensivos neonatales, que duró dos meses, la familia llevó un hermoso icono que representaba a la Sagrada Familia y que colgaron encima de las 18 incubadoras. Cuando preguntaron por qué habían hecho ese regalo, la madre dijo que porque la Sagrada Familia protege a los bebés, a los médicos y a las enfermeras de la Unidad y que las familias debían ver ese icono para acordarse de ese amor y de esa protección.

El Hospital de la Sagrada Familia es un lugar de testimonio cristiano y un signo duradero de paz, cuyas puertas están siempre abiertas y donde no se rechaza a nadie.

Michele Bowe
Orden de Malta


(Primavera 2018)